
Todo el mundo quiere mejorar, progresar, adaptarse… pero sin que cueste mucho. Sin romper rutinas. Sin sentir ese cosquilleo de inseguridad que aparece cuando te enfrentas a lo nuevo. Sin dar una repetición más cuando el músculo ya tiembla.
Pero la mejora -la real, la que cambia de verdad tu vida- suele llegar justo después del 'ya no puedo más'.
Con la irrupción de la inteligencia artificial, esta verdad se vuelve más evidente que nunca. De repente, todo el mundo parece obligado a reaprender, a reinventarse, a cuestionar si lo que hacía ayer seguirá teniendo sentido mañana.
Y claro, eso da miedo.
Nos gustaría avanzar sin fricciones, sin exponernos, sin la posibilidad de equivocarnos. Nos encantaría adaptarnos sin cambiar. Pero eso no funciona así.
Igual que en el entrenamiento físico, las 'repeticiones que cuentan' son las que vienen cuando ya duele. Las últimas. Las que queman. Las que te obligan a salir de ti.
En el mundo profesional, esas repeticiones son quedarse 20 minutos más para entender cómo funciona esa herramienta de IA que no dominas. Es intentar automatizar una tarea que siempre hiciste a mano. Es aceptar que lo que sabías ya no basta, y que toca volver a empezar. A mí me está pasando en mi sector. El SEO, tal como lo conozco, está cambiando. O me adapto ya, o me arriesgo a convertirme en un profesional que ya no es capaz de aportar valor en su desempeño diario.
Esa incomodidad es el gimnasio del siglo XXI.
Lo más peligroso hoy no es no saber programar, o no entender cómo funciona ChatGPT. Lo más peligroso es decidir que 'eso no va conmigo'. Es detenerse justo antes del esfuerzo que cambia las cosas.
Nuestro estándar de comodidad no es una ley natural. Es solo el punto donde nos acostumbramos a parar. Y como todo hábito, se puede cambiar. Tu estándar se puede elevar.
Por eso, en esta época de transformaciones aceleradas, quizás la mejor estrategia no sea saberlo todo, sino estar dispuesto a aprender siempre un poco más. A cruzar ese límite donde la mayoría se detiene. A hacer una llamada más, una búsqueda más, una pregunta más.
Porque si algo está claro es que el futuro no será para quien lo entienda todo desde el principio, sino para quien no se rinda al final.