Sí. Yo maté al Grinch. Lo hice y no me arrepiento. Y es que cada año viene antes. Es verdad que solo quiere robar la Navidad, y él no tiene la culpa de que los panettones lleguen cada vez antes a los supermercados, pero hace mucho tiempo que esto se volvió insostenible.
Seguro que te ha pasado por la cabeza. Sería de persona corta de miras, o al menos poco pensante, no darse cuenta de que adelantar la Navidad trae una serie de perjuicios. Porque sí, todo este tipo de movimientos siempre tienen un por qué y un objetivo, promovidos por una serie de sectores con intereses propios. Vamos con una lista:
A estas alturas, con suerte, ya se habrá dado cuenta de que la Navidad anticipada puede afectar negativamente en varios aspectos, desde la salud emocional hasta el bienestar económico y del equilibrio social. Y es por eso que maté al Grinch.