beta
secondary logo
 

Ilusionados por la política

Por Félix de la Fuente

Los Estados Unidos de Europa


Con toda seguridad, al leer este título estaréis pensando en los Estados Unidos de América. Pues no. Europa no tiene por qué seguir el modelo americano. Si los Estados Unidos de México o de Brasil o de Venezuela apenas se parecen a los de América, ¿por qué tenemos que pensar que los Estados Unidos de Europa tienen que asemejarse a los de EE. UU de América?  

Unos Estados Unidos de Europa necesarios. "No habrá paz en Europa si los Estados se reconstruyen sobre una base de soberanía nacional (...) Los países de Europa son demasiado pequeños para asegurar a sus pueblos la prosperidad y los avances sociales indispensables. Esto supone que los Estados de Europa se agrupen en una Federación o 'entidad europea' que los convierta en una unidad económica común." (Jean Monnet, Argel, 1943).

Aunque Jean Monnet, considerado fundador, junto con Robert Schuman, de la primera comunidad europea, la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (1951), no utiliza los términos de 'Estados Unidos de Europa', sin embargo, la idea está bien clara en sus palabras. Muy clara está también en el movimiento federalista que precedió y que dio lugar a la Comunidad Económica Europea. No, no es una idea nueva. Son muchos los escritores europeos que vienen exigiendo una Europa federal o Unos Estados Unidos de Europa, aunque no todos utilicen estos términos.

"Un día vendrá,  en que en los museos se mostrará un cañón como hoy se muestra un instrumento de tortura, asombrándose de que eso haya podido existir. Un día llegará en que se verán esos dos grupos inmensos, los Estados Unidos de América y los Estados Unidos de Europa, situados uno frente al otro, tendiéndose la mano por encima de los mares, intercambiando sus productos, su comercio, su industria, sus artes, sus genios", nos dijo Victor Hugo en el Congreso de la Paz celebrado en Paris en 1849.

No se trata de una utopía o de un invento de los tiempos modernos. Europa. tierra de grandes ideas y de las grandes y constantes guerras, viene anunciando a través de sus pensadores la necesidad de la unidad como única vía para su supervivencia. Kant nos hablará de la "paz universal" y el cristianismo nos repite constantemente la idea de "hermandad entre todos los hombres". Son muchísimos los ciudadanos europeos que están pidiendo una Europa Federal o unos Estados Unidos de Europa.

Entonces, ¿por qué no se avanza? Por las mismas razones por las que no se avanza en nuestra democracia. Pero hoy quiero detenerme más en la solución que en las causas de este parón. Y uno de los caminos en busca de esta solución es la educación en valores, tan ausente en nuestra sociedad.

La creación de unos Estados Unidos de Europa, si no va precedida y acompañada de una formación previa del ciudadano, puede ser origen de serios problemas. Esta formación previa no consiste tanto en una preparación expresa para inclinarse por una Unión Europea, que algunos podrían considerar una manipulación de la mente del niño, como en liberarlo de todos los tópicos nacionales y patrióticos y en ofrecerle unos valores humanistas universales que le ayuden a superar las barreras que supone el término de "extranjero", educándolo en unos valores comunes y universales. Educación en valores, aquí está quizás parte de la solución.

(...) Con inconcebible ligereza, se juega Europa sus destinos; con inconcebible ceguera, se niega a ver lo que viene; con inconcebible pasividad, se deja empujar hacia las peores catástrofes que hayan amenazado jamás a un continente.

La única salvación reside en Paneuropa, en la reunión de todos los Estados democráticos del Continente en una agrupación política y económica internacional (Koudenhove-Kalergi, Manifiesto paneuropeo, 1924)