
"Cosas veredes, amigo Sancho". Que España es una colonia de Cataluña desde que Sánchez necesita los votos de Puigdemont, es algo a todas luces evidente. Que esto puede llegar a más, si la legislatura continúa, es algo que entra dentro de la sumisión esclavista del actual jefe de gobierno.
Como estos hechos están provocando una cierta aversión frente a los españoles que vivimos en Cataluña, quiero aclarar algunas circunstancias. Primero, esta aversión está en cierto punto justificada, pues el principal apoyo a Sánchez se lo han dado los votantes catalanes. Segundo, muchísimos españoles -catalanes y no-catalanes- han sido engañados, pues ni Sánchez ni Illa se parecen lo más mínimo a un partido verdaderamente socialista. Lo he dicho muchas veces: "Si Spaak, Willy Brand o Jacques Delors levantaran la cabeza" los echarían a palos. Pero el engaño no lo justifica todo. Si una persona ha sido engañada, en parte es porque se ha dejado engañar.
Por otro lado, que "Junts" chantajee a Sánchez es algo normal, pues la ocasión se la brinda el mismo Sánchez en bandeja. Lo que Junts no consiguió con un levantamiento anticonstitucional, se lo está ofreciendo gratuitamente Sánchez. "Junts" no está engañando a nadie. Pero lo que sí es anormal es que el Partido socialista catalán colabore en el chantaje a Sánchez. Claro que los que llevamos ya un tiempo viviendo en Cataluña sabemos que el PSC tiene muchísimo más de independentista que de socialista.
¿Qué es lo que pretendo decir con toda esta mezcla de ideas? Primero, que la víctima del chantaje no es Sánchez, sino los españoles y, entre éstos, muchísimos catalanes. Los que vivimos en Cataluña no somos los chantajeadores sino parte de los chantajeados. Segundo, que, si Sánchez ha tenido tantos votos en Cataluña, no es tanto por méritos propios sino por el abandono en que nos han dejado los demás partidos. También está claro que la mayoría de los catalanes no estamos por la independencia de Cataluña, aunque sean muchos los siguen identificando al PSC con el PSOE, a pesar de que el PSC es un partido nacionalista/independentista. Tercero, que los partidos nacionalistas tienen unas fauces devoradoras que nunca quedan satisfechas y que, por último, si un día Junts le exigiera a Sánchez la independencia de Cataluña a cambio de sus votos, éste no dudaría lo más mínimo en facilitársela, pues, si de él dependiera, hasta el nombre de España vendería por un puñado de votos.