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Menudo Panorama

Por Pedro Santa Brígida

Mentirosos y trileros


La maldita hemeroteca no afecta a concretos dirigentes profesionales de la política. No manifiestan ni el más mínimo signo de vergüenza cuando se ven malamente retratados por intervenciones del pasado. Ni se inmutan ante los sonoros ridículos a los que se enfrentan día sí y día también. Es el arte de exhibir cara de póquer y de repetir cualquier mentira hasta que se asemeje a algo parecido a la verdad, eso sí ante una ferviente parroquia que renunció tiempo atrás al raciocinio y al intelecto en pos de una malentendida ideología. 

"Los españoles nos merecemos un presidente que no nos mienta". Lo decía una tal Pedro Sánchez cuando todavía no había tocado poder. Quién te ha visto y quién te ve. No resulta ni necesario abundar en lo de "un político no debe indultar a otro político", "traeremos a Puigdemont para que comparezca ante la justicia española", "jamás pactaremos con Bildu" y demás retahíla de trolas (perdón, cambios de opinión, que es lo políticamente correcto) con las que han sido traicionados los principios del socialismo.

Un simple ejemplo. Uno más. A preguntas de la periodista Angels Barceló, Pedro Sánchez ha dicho esta semana en una entrevista en la SER que nunca se pronuncia sobre los Premios Nobel de la Paz, que es mejor "no entrar a valorarlo". Enseguida se han hecho públicos sus mensajes de whatsapp de los años 2014, 2015, 2016, 2018, 2019 y 2020 felicitando a los correspondientes premiados. Con impostada serenidad, sin pestañear y menos aún ponerse colorado, el presidente ha vuelto a mentir. Aquí no hay cambio de opinión posible. Tampoco esa particular transparencia de la que tanto se alardea en el Palacio de la Moncloa. Un retrato más para la posteridad de alguien que, en principio, debería ser un ejemplo a seguir.

No le ha gustado nada de nada al Gobierno que el máximo reconocimiento internacional de la paz de este año haya recaído en María Corina Machado, la mujer que encarna la oposición política al ‘amigo’ Nicolás Maduro. Según parece, el heredero del Chavismo, a pesar de su sonoro y trágico tongo electoral, tiene más predicamento y seguidores en el Club Sánchez que la escondida defensora de los parias venezolanos. El padre Zapatero marca la guía a seguir en todo lo que tiene que ver con aquel país tan relacionado con el narcotráfico internacional. Al menos, Pablo Iglesias, también mosqueado, ha sido más directo - y crítico - al pedir el Nobel para Adolf Hitler, evidenciando que no comulga en abosluto con el premio de esta edición. ¿Qué tendrá Maduro que tanto seduce a la izquierda española? ¿Dinero?

Por no dejar sólo al presidente en su propia realidad, esta semana Óscar Puente también se ha lucido en redes sociales. El ex alcalde de Valladolid reenvío un mensaje de X para criticar e ironizar con el caos en el Metro de Madrid... con una foto del Metro de París de 2023. Eliminó la metedura de pata en cuanto alguien le advirtió del patético ridículo. Los memes al respecto se han vuelto en contra, una vez más, del activista ministro de los espacios digitales. Otro que debería ser un ejemplo a seguir. O eso dice la teoría en la que nos educamos algunos.

Con lo fácil que hubiera sido que el presidente reconociera públicamente que no está de acuerdo con el Premio Nobel de la Paz. Y punto. Claro, que entonces tendría que dar explicaciones y eso es un enredo en toda regla. Y que sencillo sería que el ex alcalde pucelano pidiera disculpas en la misma red por haber cometido tamaño error. Y van unos cuantos. Todavía no se ha percatado de que el silencio a veces resulta ensordecedor.

El respeto hacia el adversario pasó a mejor vida hace demasiado tiempo en este país. Ahora priman los intolerantes y los trileros. Y los fans tan contentos, incluso entusiasmados... Habrá que dejar para otro momento o quizá para los Mundos de Yupi una política nacional más sensata y menos bronca.