En la Senda de las Doncellas del Hoyal, situada entre las poblaciones de Muñeca y Guardo, se oyen a menudo lloros y lamentos. Cuenta la leyenda que unas muchachas quedaron hechizadas por el sonido producido por unos duendes. En la noche de San Juan, salen a buscar las flores por las cercanías del pueblo.

Nuestros pasos comienzan entre la niebla en los alrededores de la localidad palentina de Muñeca para realizar una caminata sencilla de unos 12 km que nos llevará a conocer unas tallas que explican esta historia y a disfrutar de los bosques que nos rodean.

Las figuras y el chozo de pastores que nos vamos encontramos nos explican parte de la mitología y las formas de vida que hasta poco tenían lugar en esta parte de nuestra comunidad autónoma. Poco a poco, la niebla da paso al sol y entramos en un bosque precioso que forma un mundo onírico de helechos, musgos y líquenes.

La parte final de la ruta tiene lugar en la laguna corazón, un auténtico remanso de paz que podemos contemplarla nosotros solos.

Desde este punto, ponemos rumbo al punto desde donde comenzó, unas horas antes, nuestra ruta por tierras palentinas. Antes de llegar, nos encontramos con la sorpresa de un gran grupo de buitres que aprovechamos para fotografiar y poner punto final a este gran día en la naturaleza.

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